domingo, 24 de junio de 2007

Locura Incomprendida

Era casi ya mitad de ciclo y el estar en la universidad no ocupaba mi mente ni mi tiempo, mi cuarto solo eran paredes vacías en donde ningún artefacto tecnológico podía llenar esta soledad que embargaba mis pensamientos, mi cuerpo la extrañaba y ni que decir de mis labios; si pues aquellos mordiscos suaves y excitantes que me dabas en un verano corto. Este deseo crecía cuando cerraba los ojos y no te encontraba por mas que lo intentaba.Miles de cosas pasaban en mi mente y las preguntas que me llegaban como comentarios de hi5 de algún artista conocido trataban de volverme loco… ¿díganme pues quien puede vivir así? Nadie entendía mi conducta ni siquiera mis amigos por ultimo ni yo me entendía. Sabia que tenía que hacer algo pero cada vez que intentaba salir de aquel vació ella encontraba la forma de sumergirme en nuevamente.Ya nada me importaba lo único que deseaba era verla y sentir nuevamente todo ese conjunto de emociones que experimentaba solo en sus dominios, asi que decidí ir tras ella. Sin mas que una mochila vieja prestada y unos billetes que a la suma no superaban las seis décimas abandone mi hogar dejando dicho: “en dos días regreso” , sin pensar que esos días se multiplicarían hasta convertirse en una semana de ausencia y el cual mi cuarto vació me esperaba con una soledad única que ni el mismo desierto podría ser tan desolador que aquella habitación.Subido en bus me preguntaba si ella aun me estaría esperando que haría cuando nuestras miradas se crucen ¿me abrazara? ¿me besara? o simplemente dirá un frió”hola” todo eso ocurría hasta que algo distrajo mi interrogatorio unipersonal. El destino como advirtiéndome que mi viaje seria un desperdicio de tiempo hizo que los frenos del bus en que viajaba se rompan, pero yo terco en mi decisión aborde otro y proseguí con mi destino el cual no pienso describir.Pasaron muchas horas y las ventanas opacadas en el bus anunciaban que estaba en el lugar esperado, un frió que estremecía el cuerpo del mas caluro de los pasajeros nos daba la bienvenida y yo no sabia como poder explicitar la emoción que me embargabaAun la luna iluminaba vagamente las calles de este lugar y mis ansias por ir a buscarla tenían que esperar a que amanezca completamente. los minutos pasaban y solo un cigarrillo que se extinguía rápidamente me acompañaba, por fin pude ver a lo lejos los primeros rayos de sol y de inmediato cogì la mochila que yacía tirada en el suelo y me fui a verla.Unos silbidos que ella reconocería creí que serian suficientes para que ella habrá su puerta y pueda veme .. pasaron cinco minutos , luego diez y cuando ya estaba dispuesto a retirarme pude divisar de reojo que la puerta se abría ligeramente. Era ella y lucia la ropa ajada y en su rostro reflejaba la salida de un fin de semana que no compartió conmigo.Con los ojos a medio cerrar me observo y se quedo inmóvil y ni siquiera dijo un frió hola , si no que se quedo callada como no creyendo ver mi presencia la mire y lo único que dije fue : estuvo beuna la tertulia no , ella desconociendo mi termino pero sospechando a lo que me esta referido dijo: solo estuve hasta las 2 de la mañana bailando en casa de una amiga …. La mire y di un carcajada y con voz de militar le dije vamos, a donde pregunto, tú solo sígueme y nos fuimos de aquel lugar que era peligroso para ambos. De camino ella me beso yo también quería hacerlo pero había algo que no me gustaba ..llegamos a un hospedaje y casi por costumbre las prendas que llevábamos puesto empezaron despojarse uno a uno y los besos que tanto estaba extrañando empezaron apoderarse de mi, mis manos por fin pudieron sentir su cuerpo y las de ella comenzaron a envolverme entre sus cabellos esos instantes solo fueron pocos y cuando creí que ya había obtenido lo que cualquier hombre deseaba me di cuenta que aun mi cuerpo la necesitaba .. ella me comprendía y me abrazaba como queriendo que nadie nos separe. Las horas en aquel cuarto trascurrían de una manera misteriosa al final cuando nuestro lecho se convirtió en testigo de aquel encuentro nos pedía que abandonáramos el lugar, pero ella se aferraba a mí con más intensidad y yo me alegraba por ello.Seguimos recostados en aquella cama de plaza y media sin decir nada solo besándonos como dos extraños que se encuentran un tarde para cumplir un deseo o fantasía, sin embargo yo la amaba pero no le decía.


Escrito por EDAC

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